viernes, 23 de octubre de 2015

La corteza cerebral
La corteza cerebral es una lámina gris, formada por cuerpos de neuronas, que cubre los hemisferios cerebrales y cuyo grosor varía de 1,25 mm en el lóbulo occipital a 4 mm en el lóbulo anterior. Se calcula que en la corteza del cerebro humano hay unos siete millones de neuronas. Aproximadamente la mitad de la corteza forma las paredes de los surcos de los hemisferios y no está expuesta en la superficie cerebral.
Las neuronas de la corteza están dispuestas en capas bastante diferenciadas. Las fibras nerviosas que nacen de ellas establecen múltiples conexiones entre las distintas capas y zonas, lo que permite que una señal llegada a la corteza se extienda y persista. Así mismo, los impulsos eferentes que nacen de un área pueden llegar por las conexiones a otras, o a zonas cercanas a la primera haciendo que continúe la actividad. Las neuronas de asociación hacen que los impulsos que llegan a la corteza duren un tiempo considerable y se extiendan a gran número de neuronas. Así un pequeño ruido percibido por la corteza puede suscitar una actividad prolongada de las neuronas del área correspondiente y provocar una respuesta externa. Areas corticales La corteza cerebral, también llamada "córtex", presenta diferencias que han hecho que se la divida en áreas con características propias, en cuanto a su composición de las capas celulares, al espesor, por el número de fibras aferentes y eferentes y por las funciones que cumplen. Teniendo en cuenta el aspecto funcional, se encuentran en la corteza: Areas motrices
La principal área motora, 4 de Brodmann, se halla situada delante del surco central o cisura de rolando. Posee células gigantes de las que nacen las vías corticoespinal y corticobulbar con axones para los músculos estriados del organismo. En la parte más alta de esta área se localiza la zona para los movimientos de los miembros más distantes: pies, rodillas, cadera; y en las partes más bajas los músculos para la masticación, deglución, caza cabeza, cuello y las zonas más próximas de las extremidades. Además de esta área, existe otra situada por delante de ella, que se considera promotora y cuya lesión produce pérdida temporal de las destrezas adquiridas. Estás áreas envían los impulsos para la acción voluntaria, participando en la misma otros centros, ya que el sistema nervioso funciona en forma integral. Como las vías aferentes y eferentes cruzan a nivel de la médula o del bulbo, el hemisferio cerebral derecho rige los movimientos del lado corporal izquierdo, y el hemisferio izquierdo los del lado derecho. Areas sensoriales Son las áreas en las que terminan las fibras sensitivas que transmiten impulsos visuales, auditivos, olfativos y sensaciones desde la superficie del cuerpo y tejidos profundos Están distribuidas de la siguiente forma: Área somestésica: Recibe, a través del tálamo, los impulsos que rigen la sensibilidad corporal general procedentes de la piel, los tejidos, músculos, articulaciones y tendones del lado opuesto del cuerpo. Se halla en la circunvolución central posterior, detrás de la Cisura de rolando y frente a la representación motora. Funciones del Área Somestésica: Apreciación de las diferencias de peso. Discriminación espacial. Localización táctil. Apreciación de tamaño y forma. Semejanzas o diferencias de temperatura. Todos los aspectos de la sensación que requieren comparación y juicio. Área visual: Esta situada en el lóbulo occipital. En ella se aprecian zonas específicas para la visión de la mácula o central; para la periferia de la retina y para las mitades superior e inferior de la retina. Área auditiva: Se halla situada en los lóbulos temporales, por debajo de la cisura lateral o de silvio. Parece ser que cada oído tiene representación bilateral en la corteza por lo que al extirpar un lóbulo temporal no se sufre mayor disminución de la audición. Área olfativa: Se sitúa en loa circunvolución del hipocampo, próxima a la auditiva. Las investigaciones han revelado poco sobre esta área. Área gustativa: Los pocos datos que hay sobre ella indican que se halla en el extremo inferior de la circunvolución central posterior. Areas de asociación Son áreas que no reciben directamente impulsos sensitivos sino que correlacionan los impulsos recibidos de oros centros. En los últimos años cada vez se utiliza menos esta expresión porque se conocen mejor las conexiones tálamo-corticales y las funciones de las distintas áreas. Funciones de la Corteza: Retroalimentación: toda área que recibe fibras de otro entro, envía fibras en sentido contrario. Por ejemplo, hay vías córtico-talámicas y tálamo-corticales. Recorticalización: Una señal puede pasar varias veces por un analizador cortical para ser depurada. Facilitación cuando se aplican estímulos consecutivos; e inhibición por fatiga. Toda sensación consciente es fruto de extensa actividad cortical, en la que participan distintas áreas de las fibras de asociación. El funcionamiento cerebral es global e integrado. Los lóbulos frontales participan en la conducta, la personalidad, la memoria, la experiencia afectiva y la conciencia del yo. La sección de los mismos mediante la lobotomía produce depresión, falta de impulso para la acción, pérdida de la capacidad de adaptación a situaciones inesperadas.
A través de la corteza se establecen reflejos condicionados, si bien no es necesaria para todas las respuestas condicionadas. Las áreas corticales relacionadas con el lenguaje (área de Broca), se encuentran en un solo hemisferio: el izquierdo en las personas diestras y el derecho en las zurdas. En caso de lesión de este hemisferio puede cumplir su misión el otro. La memoria depende de la corteza, áreas de asociación, aunque intervienen en ella conexiones del tronco cerebral. La corteza actúa: retardando la reacción al estímulo; eligiendo la respuesta; contribuyendo a integrar la acción. Para ello: analiza, sintetiza, correlaciona, integra, modifica.
El cuerpo estriado
Son masas de sustancia gris, situadas en el interior de los hemisferios cerebrales, formadas por los núcleos: caudado, lenticular y la cápsula interna, que los separa. Recibe fibras del tálamo y de la corteza y las que de él nacen se dirigen al tálamo, al hipotálamo y a otros centros. Funciones: Se conoce muy poco sobre el cuerpo estriado. Generalmente se le considera como "posada motriz", y se estima que es un eslabón importante en la vía motriz. Pero son aspectos poco conocidos. Para situar el cuerpo estriado en el cerebro pueden consultarse las figuras de los puntos: encéfalo y tálamo.
El hipotálamo
Situado en posición ventral con relación al tálamo y formando e piso y la pared lateral del tercer ventrículo, comprende varios núcleos que se hallan en conexión con el tálamo, el tronco cerebral, la hipófisis y la corteza. Algunos de estos centros son: los tubérculos mamilares y varios fascículos de fibras nerviosas ascendentes y descendentes: fascículo supraopticohipofisiario, fascículo longitudinal dorsal, haz mamilotalámico, por ejemplo. Funciones: Controla la hipófisis y, a través de ella, se constituye en regulador endocrino. Activa el mecanismo de la expresión emocional. Excita e integra las reacciones viscerales y somáticas de la emoción. Interviene en el control de la vigilia y del sueño. Es el centro de la regulación térmica del cuerpo. Controla el metabolismo de las grasas. Regula el hambre y la sed. Para formarse una idea de la situación del hipotálamo, pueden consultarse las figuras correspondientes a los puntos: pedúnculos cerebrales y tálamo, tratando de relacionar ambas y las indicaciones anteriores sobre la situación del hipotálamo. Leer más: http://www.monografias.com/trabajos11/sisne/sisne.shtml#ixzz3pSUv49oo
El tálamo
Es una masa ovoidea, formada principalmente por sustancia gris, situada en el centro del cerebro que actúa como estación de relevo sensorial o posada sensitiva. Hasta el tálamo llegan las vías aferentes que van hacia el cerebro, excepto las olfativas que lo hacen directamente. Del tálamo nacen otras vías que conducen los impulsos hasta la corteza y otros centros. El tálamo propaga los impulsos y quizá los integra. Además, en el nivel talámico se hacen conscientes los estímulos dolorosos. Está formado por distintos núcleos de células nerviosas que poseen conexiones, tanto con la corteza como con los niveles inferiores. Funciones Es una estación de análisis y de integración sensitivo sensorial: analiza y sintetiza los impulsos sensoriales. Es estación de distribución de señales sensoriales. Es centro de asociación intra-diencefálica y cortico-diencefálica. Algún núcleo parece estar relacionado con la coordinación y regulación de actividades motrices.
Los pedúnculos cerebrales y los tubérculos cuadrigéminos
Son estructuras del mesencéfalo, situadas por encima del puente, que sirven de conexión entre el romboencéfalo y el prosencéfalo. Los tubérculos cuadrigéminos están situados dorsalmente y los pedúnculos cerebrales ventralmente. Cada una de estas estructuras contienen diversos núcleos formados por haces de fibras ascendentes y descendentes. Funciones: Los pedúnculos cerebrales intervienen en el control reflejo de los movimientos oculares y en la coordinación de estos movimientos con la cabeza y el cuello. Los tubérculos cuadrigéminos intervienen en el reflejo de reacción al sonido y en el reflejo visual.
El cerebelo
Es una estructura con muchas circunvoluciones situada por detrás del cuatro ventrículo y de la protuberancia y unido al tronco cerebral por haces de fibras aferentes, que le llevan impulsos procedentes de la médula, bulbo, puente y cerebro medio y anterior. A su vez, de los núcleos del cerebelo nacen fibras eferentes para cada una de estas regiones. En el cerebelo la sustancia gris está en la corteza, mientras que la blanca está en el centro. El cerebelo tiende a ser grande y bien desarrollado en los animales capaces de movimientos precisos y finos; y su extirpación produce pérdida de la precisión y de la coordinación de los movimientos.
Funciones: Se asocia a actividades motoras iniciadas en otras partes del sistema nervioso. Contribuye al control de los movimientos voluntarios proporcionándoles precisión y coordinación. Regula y coordina la contracción de los músculos esqueléticos. Controla los impulsos necesarios para llevar a cabo cada movimiento, apreciando la velocidad y calculando el tiempo que se necesitará para alcanzar un punto deseado. Así mismo, frena los movimientos en el momento adecuado y necesario. Ayuda a predecir las posiciones futuras de las extremidades. Es esencial para el mantenimiento de la postura y el equilibrio por sus conexiones kinestésicas y vestibulares.
El bulbo
Es una estructura que se halla en el extremo superior de la médula y como prolongación de ella. En el hombre mide unos 3 cm de longitud. A nivel del bulbo cruzan algunos haces nerviosos dirigiéndose al lado opuesto del cerebro después de juntarse con los que habían cruzado en la médula. De igual modo las fibras que proceden del cerebro cruzan en el bulbo para dirigirse al lado opuesto a través de la médula. Funciones del Bulbo: Es el centro más importante de la vida vegetativa pues en él se encuentran situadas las conexiones centrales relacionadas con la respiración y el ritmo cardíaco, pudiendo ser fatal cualquier lesión de esta región. Sirve de conexión de algunos nervios craneales. El bulbo interviene en los siguientes reflejos: el vómito, la tos, la salivación, la respiración, el estornudo, la succión, la deglución, y el vasomoto.
El encéfalo
El encéfalo es la parte del sistema nervioso central encerrada en la cavidad craneal. Se divide en: Cerebro anterior. Cerebro medio. Cerebro posterior. El cerebro posterior o romboencéfalo se encuentra localizado en la parte inmediatamente superior de la medula espinal y está formado por tres estructuras: el bulbo, la protuberancia o puente, y el cerebelo. En él se encuentra, también, el cuarto ventrículo. El cerebro anterior o proencéfalo se divide en diencéfalo y telencéfalo. El diencéfalo comprende: el tálamo, el hipotálamo, el quiasma óptico, la hipófisis, los tubérculos mamilares y la cavidad llamada tercer ventrículo.
El teléncefalo está formado por los ganglios basales: núcleos caudado y lenticular que forman el cuerpo estriado, y el cuerpo amigdalino y el claustro; el rinencéfalo, el hipocampo y el área septal, que forman el sistema límbico; y la corteza cerebral o neocortex. El ensanchamiento del teléncefalo forma los hemisferios cerebrales que constan de tres lóbulos: frontal, temporal y occipital. Externamente los hemisferios tienen múltiples pliegues separados por hendiduras que cuando son profundas se llaman cisuras. Los dos hemisferios están unidos por el cuerpo calloso, formado por fibras que cruzan de un hemisferio a otro. La corteza cerebral es una capa de sustancia gris que se extiende sobre la superficie de los hemisferios. De estas estructuras del encéfalo sólo vamos a estudiar algunas que tienen importancia más resaltante para comprender las bases fisiológicas de la conducta.
La médula espinal
La médula espinal es una masa cilíndrica de tejido nervioso que ocupa el conducto vertebral, tiene 40 ó 45 cm de longitud y se extiende desde el agujero occipital, donde se continúa con el bulbo hasta la región lumbar. Está protegida por las membranas meníngeas: piamadre, aracnoides y dura-madre y por el líquido cefalorraquídeo. Desde la región de la segunda vértebra lumbar, donde termina la médula, hasta el cóccix, desciende un filamento delgado llamado "filum terminale" y las raíces de los nervios sacros y lumbares, formando un manojo de fibras que recibe el nombre de "cola de caballo". De la médula salen 31 pares de nervios que le dan un aspecto segmentado: 8 cervicales, 12 torácicos, 5 lumbares, 5 sacros y coxígeo. La médula está compuesta por una sustancia gris formada por cuerpos neuronales, y por la sustancia blanca formada por fibras mielinizadas ascendentes y descendentes.
Las fibras ascendentes constituyen los haces ascendentes que son sensitivos y conducen los impulsos que reciben de la piel; los músculos y las articulaciones a las distintas zonas cerebrales. Las fibras descendentes constituyen los haces descendentes que son motores y conducen los impulsos que provienen de los centros superiores del cerebro a otros que radican en la médula o bien a los músculos y las glándulas. La sustancia gris tiene unos ensanchamientos llamados "astas": dos don dorsales o posteriores; dos ventrales o anteriores y dos intermedias y se localizan entre las dorsales y las ventrales. Las astas dorsales contienen neuronas que controlan las respuestas motoras del sistema nervioso autónomo y las ventrales, neuronas motoras cuyos axones terminan en músculos del sistema somático.
En el centro de la sustancia gris y a lo largo de ella hay un pequeño canal lleno de líquido cefalorraquídeo. Otro aspecto anatómico importante de la médula, es que hay neuronas que sirven de conexión entre las fibras sensitivas y las motoras, lo que da origen a respuestas reflejas que no necesitan ser ordenadas por los centros cerebrales. Las funciones que cumple la médula son: Es un centro asociativo, gracias al cual se realizan actos reflejos. Es una vía de doble dirección: De la periferia a los centros cerebrales (sensitiva). De los centros cerebrales a la periferia (motora).
Los nervios
Los nervios son, generalmente, haces o conjuntos de axones, salvo los nervios sensoriales que están constituidos por dendritas funcionales largas que van desde el "asta" dorsal de la médula hasta los receptores sensoriales y cumplen la función de conducir los impulsos como los axones. Las distintas fibras que componen un nervio se mantienen unidad por tejido conjuntivo. Los nervios pueden clasificarse de diversas maneras: Por su origen: Raquídeos: Constituidos por fibras nerviosas de las raíces anteriores o motrices y de las raíces posteriores o sensitivas, que salen de la médula a través de los agujeros intervertebrales. Los nervios raquídeos tienen elementos viscerales y somáticos Los viscerales están relacionados con las estructuras vecinas a los aparatos digestivo, respiratorio, urogenital y el sistema vascular y la mayor parte de las glándulas. Los somáticos están relacionados con los tejidos de revestimiento corporal y los músculos voluntarios. Craneales: Son 12 pares de nervios que nacen del tronco cerebral, a nivel del cuarto ventrículo, por encima del bulbo y sirven en su mayoría a sentidos especializados de la cara y la cabeza. Su funcionamiento es mixto, es decir, contiene fibras sensitivas y motoras. Entre los nervios craneales se encuentran: el olfatorio; el óptico, que se une al sistema nervioso central a nivel del tálamo; el oculomotor común; el troclear o patético; el oculomotor externo; el trigémino, con fibras sensitivas de temperatura, dolor, tacto y presión; el facial; el estato-acústico; con receptores acústicos y de posición y movimientos de la cabeza; el glosofaríngeo; el vago; el espinal accesorio y el hipogloso. Por su función: Sensitivos o aferentes: Conducen los impulsos que informan de las distintas sensaciones. Motores o eferentes: Conducen los impulsos para las funciones motrices. Mixtos: Contienen fibras sensitivas y fibras motoras. Por los receptores: Exteroceptivos: Para impulsos producidos por los estímulos ajenos al cuerpo: tacto, temperatura, dolor, presión, y órganos sensoriales como el ojo y el oído. Popioceptivos: Para estímulos nacidos en el mismo cuerpo: músculos, tendones, articulaciones y los relacionados con el equilibrio. Interoceptivos: Para los impulsos procedentes de las vísceras: sistema digestivo, respiratorio, circulatorio, urogenital y las glándulas.
La neurona
La neurona es la célula nerviosa, derivada del neuroblasto. Es la unidad funcional del sistema nervioso pues sirve de eslabón comunicante entre receptores y efectores, a través de fibras nerviosas. Consta de tres partes: Cuerpo o soma: compuesto fundamentalmente por núcleo, citoplasma y nucléolo. Dendritas: terminaciones nerviosas. Axón: terminación larga, que puede alcanzar hasta un metro de longitud. El axón suele tener múltiples terminaciones llamadas "botones terminales", que se encuentran en proximidad con las dendritas o en el cuerpo de otra neurona. La separación entre el axón de una neurona y las dendritas o el cuerpo de otra, es del orden de 0,02 micras. Esta relación existente entre el axón de una neurona y las dendritas de otra se llama "sinapsis". A través de la sinapsis, una neurona envía los impulsos de un mensaje desde su axón hasta las dendritas o un cuerpo de otra, transmitiéndole así la información nerviosa.
La transmisión sináptica tiene las siguientes características: La conducción de los impulsos nerviosos se efectúa en un solo sentido: del axón de una neurona al cuerpo o dendritas de la otra neurona sináptica. El impulso nervioso se propaga a través de intermediarios químicos, como la acetilcolina y la noradrenalina, que son liberados por las terminaciones axónicas de la primera neurona y al ser recibidos por la siguiente incitan en ella la producción de un nuevo impulso. En el sistema nervioso central, hay neuronas excitadoras e inhibidoras y cada una de ellas libera su propia sustancia mediadora. La velocidad de conducción de un impulso a lo largo de la fibra nerviosa varía de 1 a 100 metros por segundo, de acuerdo a su tamaño, siendo mayor en las más largas. Cuando las terminaciones presinápticas son estimuladas en forma continuada o con frecuencia elevada, los impulsos transmitidos disminuyen en número a causa de una "fatiga sináptica". La transmisión de una señal de una neurona a otra sufre un retraso de 5 milisegundos. La neuroglia El sistema nervioso central del hombre tiene aproximadamente 10 billones de neuronas y 5 a 10 veces más células gliales. Estas células forman un tejido llamado neuroglia que tiene como funciones: Proporcionar soporte al encéfalo y a la médula. Bordear los vasos sanguíneos formando una barrera impenetrable a las toxinas. Suministrar a las neuronas sustancias químicas vitales. Retirar, por fagocitosis, el tejido muerto. Aislar los axones a través de la mielina.
El Sistema Nervioso El más completo y desconocido de todos los que conforman el cuerpo humano, asegura junto con el Sistema Endocrino, las funciones de control del organismo. Capaz de recibir e integrar innumerables datos procedentes de los distintos órganos sensoriales para lograr una respuesta del cuerpo, el Sistema Nervioso se encarga por lo general de controlar las actividades rápidas. Además, el Sistema Nervioso es el responsable de las funciones intelectivas, como la memoria, las emociones o las voliciones. Su constitución anatómica es muy compleja, y las células que lo componen, a diferencia de las del resto del organismo, carecen de capacidad regenerativa.
Nociones fundamentales sobre el sistema nervioso y sus funciones El ser humano está dotado de mecanismos nerviosos, a través de los cuales recibe información de las alteraciones que ocurren en su ambiente externo e interno y de otros, que le permiten reaccionar a la información de forma adecuada. Por medio de estos mecanismos ve y oye, actúa, analiza, organiza y guarda en su encéfalo registros de sus experiencias. Estos mecanismos nerviosos están configurados en líneas de comunicación llamadas en su conjunto sistema nervioso
El sistema nervioso se divide en: Sistema nervioso central: Comprende: -Encéfalo. -Médula Espinal. Se le llama también "de la vida en relación" porque sus funciones son: -Percibir los estímulos procedentes del mundo exterior. -Transmitir los impulsos nerviosos sensitivos a los centros de elaboración. -Producción de los impulsos efectores o de gobierno. -Transmisión de estos impulsos efectores a los músculos esqueléticos. Sistema nervioso periférico: Comprende: -Nervios craneales. -Nervios raquídeos. Tiene como función recibir y transmitir, hacia el sistema nervioso central los impulsos sensitivos, y hacia los órganos efectores los impulsos motores. Sistema nervioso vegetativo: Comprende: -Tronco simpático: formado por cordones nerviosos que se extienden longitudinalmente a lo largo del cuello, tórax y abdomen a cada lado de la columna vertebral. -Ganglios periféricos. (Los ganglios son grupos de cuerpos celulares). Este sistema es llamado, también, autónomo". Está en relación con las vísceras, las glándulas, el corazón, los vasos sanguíneos y músculos lisos. Su función es eferente, transmitiendo impulsos que regulan las funciones de las vísceras de acuerdo con las exigencias vitales de cada momento.
¿Cómo se comunican las partes del cerebro?
El cerebro es un centro de comunicaciones conformado por miles de millones de neuronas, o células nerviosas. Las redes de neuronas pasan mensajes desde y hacia diferentes estructuras dentro del cerebro, la médula espinal y los nervios que se encuentran en el resto del cuerpo (el sistema nervioso periférico). Estas redes nerviosas coordinan y regulan todo lo que sentimos, pensamos y hacemos. De Neurona a Neurona
Cada célula nerviosa del cerebro envía y recibe mensajes en forma de señales eléctricas y químicas. Una vez que una célula recibe y procesa un mensaje, se lo envía a otras neuronas. Neurotransmisores, los Mensajeros Químicos del Cerebro
Los mensajes normalmente se transmiten entre las neuronas mediante sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Receptores, los Destinatarios Químicos del Cerebro El neurotransmisor se adhiere a un sitio especializado en la neurona receptora, llamada receptor. El neurotransmisor y su receptor operan como “llave y cerradura”, formando un mecanismo sumamente específico que asegura que cada receptor solo enviará el mensaje apropiado después de interactuar con el tipo correcto de neurotransmisor. Transportadores, los Recicladores Químicos del Cerebro
Situados en la neurona que libera el neurotransmisor, los transportadores reciclan estos neurotransmisores (es decir, los traen de vuelta a la neurona que los liberó), apagando de este modo la señal entre las neuronas.
Problemas que pueden surgir en el cerebro Puesto que el cerebro lo controla todo, cuando hay algún problema en el cerebro, suele ser grave y puede afectar a muchas partes diferentes del cuerpo. Las enfermedades hereditarias, los trastornos cerebrales asociados a enfermedades mentales y los traumatismos craneoencefálicos pueden afectar al modo en que funciona el cerebro y alterar las actividades diarias de las demás partes del cuerpo. Los problemas que pueden afectar al cerebro incluyen: Tumores cerebrales.
Un tumor es una masa provocada por un crecimiento anómalo de tejido. Un tumor cerebral puede crecer muy lentamente produciendo muy pocos síntomas hasta alcanzar un tamaño considerable, o puede crecer y extenderse rápidamente, provocando síntomas graves y un rápido empeoramiento. Los tumores cerebrales pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos generalmente se limitan a áreas muy concretas del cerebro y se pueden curar mediante una intervención quirúrgica si están ubicados en lugares donde pueden extirparse sin dañar los tejidos adyacentes. Un tumor maligno es canceroso y tiene más probabilidades de crecer y extenderse. Parálisis cerebral.
La parálisis cerebral es el resultado de un defecto en el desarrollo o de una lesión cerebral previa al nacimiento o que se produce durante el parto. Afecta a las áreas motoras del cerebro. Una persona con parálisis cerebral puede tener una inteligencia normal o presentar graves retrasos del desarrollo o una deficiencia mental. La parálisis cerebral puede afectar a los movimientos corporales de muchas maneras diferentes. En los casos más leves, solo se asocia a una leve debilidad en los músculos de las extremidades. En otros casos, puede haber mayor deterioro motor -un niño puede tener problemas para hablar y para realizar movimientos básicos, como andar. Epilepsia.
Esta afección engloba un amplio abanico de trastornos convulsivos. Las convulsiones parciales solo afectan a áreas específicas del cerebro, y los síntomas varían dependiendo de la ubicación del foco epiléptico. Otras convulsiones, denominadas crisis generalizadas, afectan a una parte más extensa del cerebro y, cuando ocurren, generalmente provocan movimientos descontrolados de todo el cuerpo y pérdida de conciencia. Aunque en muchos casos se desconoce la causa específica, la epilepsia puede asociarse a lesiones, tumores o infecciones cerebrales. La tendencia a desarrollar epilepsia puede estar acentuada en ciertas familias. Dolor de cabeza.
De los muchos tipos de dolores de cabeza existentes, los más frecuentes son la cefalea tensional (el más común de todos), provocada por la tensión muscular acumulada en la cabeza, el cuello y los hombros; la migraña, un dolor de cabeza fuerte y recurrente de causa poco clara; y la cefalea en brotes, que algunos consideran un subtipo de migraña. Las migrañas aparecen con o sin previo aviso y pueden durar varias horas o días. Parece haber una predisposición hereditaria a padecer migraña así como ciertos desencadenantes que la pueden provocar. Las personas que tienen migrañas pueden experimentar mareos, entumecimientos, sensibilidad a la luz (fotofobia) y náuseas, así como ver líneas zigzagueantes. Meningitis y encefalitis.
Generalmente se trata de infecciones que afectan al cerebro y a la médula espinal provocadas por bacterias o virus. La meningitis es una inflamación de las capas que recubren el cerebro y la médula espinal, y la encefalitis, una inflamación del tejido cerebral. Ambos trastornos pueden provocar lesiones permanentes en el cerebro. Enfermedad mental.
Las enfermedades mentales tienen una naturaleza tanto psicológica como conductual, e incluyen una amplia variedad de problemas en el pensamiento y en la función. Actualmente se sabe que algunas enfermedades mentales se asocian a anomalías estructurales o disfunciones químicas cerebrales. Algunas enfermedades mentales se heredan, pero a menudo se desconoce su causa. Las lesiones cerebrales y el abuso de las drogas y el alcohol también pueden desencadenar algunas enfermedades mentales. Los síntomas de las enfermedades mentales crónicas, como el trastorno bipolar o la esquizofrenia, pueden empezar a manifestarse durante la infancia. Las enfermedades mentales que se pueden diagnosticar en la población infantil incluyen la depresión, los trastornos del apetito como la bulimia o la anorexia nerviosa, el trastorno obsesivo-compulsivo y las fobias. Traumatismos craneoencefálicos.
Los traumatismos craneoencefálicos se dividen en dos categorías: externos (generalmente afectan al cuero cabelludo) e internos. Los traumatismos craneoencefálicos internos pueden afectar al cráneo, los vasos sanguíneos que hay en su interior o el tejido cerebral propiamente dicho. Afortunadamente, la mayoría de los niños que sufren caídas o se dan golpes en la cabeza solamente se lesionan el cuero cabelludo, lo que suele ser más aparatoso que peligroso. Un traumatismo craneoencefálico interno puede tener implicaciones más graves porque el cráneo actúa a modo de casco protector del delicado tejido cerebral. Las conmociones cerebrales también son un tipo de traumatismo craneoencefálico interno.
Consisten en la pérdida temporal de la función cerebral a consecuencia de un traumatismo. Las conmociones cerebrales repetidas pueden acabar provocando lesiones permanentes en el cerebro. Uno de los contextos en que los niños sufren más conmociones cerebrales es el deporte, de modo que es importante asegurarse de que su hijo lleva la indumentaria y protecciones apropiadas cuando practique deporte, y que abandone el partido cuando sufra un traumatismo craneoencefálico.
El sistema nervioso simpático Prepara al organismo para las respuestas rápidas en situaciones de estrés, como cuando una persona presencia un atraco a mano armada. Cuando ocurre algo que entraña un peligro, el sistema nervioso simpático hace que el corazón bombee más deprisa para que envíe más sangre a las distintas partes del cuerpo que podrían necesitarla. También provoca que las glándulas suprarrenales, que deben su nombre a que están encima de los riñones, liberen adrenalina, una hormona que ayuda a proporcionar una fuerza adicional a los músculos para una huida rápida. Este proceso se denomina respuesta de "lucha o huida". El sistema nervioso parasimpático hace justamente lo contrario: prepara al cuerpo para el descanso. También desencadena en el sistema digestivo los movimientos necesarios para digerir la comida a fin de que nuestro organismo pueda asimilar eficazmente los nutrientes que contienen los alimentos que ingerimos. Los sentidos Ver el rostro de su pareja al final de un día ajetreado puede ser un gran alivio para sus cansados ojos -pero, si no tuviera cerebro, usted ni siquiera reconocería ese rostro. La pizza Primavera que se comerá a la hora de la cena, seguro que estará deliciosa -pero, sin no tuviera cerebro, sus papilas gustativa no le podrían indicar si se está comiendo una pizza o la caja de cartón que la contiene. Ningún órgano sensorial tendría utilidad sin el procesamiento de la información sensorial que tiene lugar en el cerebro. Vista.
Probablemente la vista nos dice muchas más cosas sobre el mundo que cualquier otro sentido. La luz que entra en el ojo proyecta una imagen invertida en la retina. La retina transforma la luz en señales nerviosas y las envía al cerebro, el cual invierte la imagen para que la veamos del derecho y nos dice qué es lo que estamos viendo. Oído.
Todos los sonidos que oímos son el resultado de ondas sonoras que nos entran por los oídos y nos provocan vibraciones en el tímpano. Esas vibraciones son transferidas a lo largo de la cadena de huesecillos del oído medio y transformadas en señales nerviosas. Seguidamente la corteza cerebral procesa esas señales y nos dice qué estamos oyendo. Gusto.
La lengua contiene grupitos de células sensoriales denominadas papilas gustativas que reaccionan a las sustancias químicas que hay en los alimentos. Las papilas gustativas reaccionan a los sabores dulce, ácido, salado y amargo. Las papilas gustativas envían mensajes a las áreas de la corteza cerebral encargadas de procesar el sabor. Olfato.
Las células olfativas de las mucosas que recubren el interior de las ventanas nasales reaccionan a las sustancias químicas que inhalamos y envían mensajes al cerebro a través de nervios específicos. Según los expertos, el cerebro es capaz de distinguir entre más de 10.000 olores diferentes. Con una sensibilidad tan desarrollada, no es de extrañar que los investigadores sugieran que los olores están íntimamente ligado a los recuerdos. Tacto.
La piel contiene más de 4 millones de receptores sensoriales -mayoritariamente concentrados en los dedos, la lengua y los labios- que recogen información relacionada con el tacto, la presión, la temperatura y el dolor, y la envían al cerebro para que la procese y reaccione en consonancia.
¿Cómo funciona el sistema nervioso? El funcionamiento básico del sistema nervioso depende en gran medida de multitud de células diminutas denominadas neuronas. El cerebro tiene millones de esas células, que están especializadas en muchos tipos distintos de funciones. Por ejemplo, las neuronas sensoriales captan información de los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y la piel y la envían al cerebro. Las neuronas motoras reciben información procedente del cerebro e indican a las distintas partes del cuerpo cuándo deben moverse. Todas las neuronas del cuerpo trasmiten información entre sí a través de complejos procesos electroquímicos, estableciendo conexiones entre sí que afectan a la forma en que pensamos, aprendemos, nos movemos y nos comportamos. Inteligencia, aprendizaje y memoria.
En el momento del nacimiento, nuestro sistema nervioso contiene la máxima cantidad de neuronas que tendremos en nuestra vida, pero muchas de ellas no están conectadas entre sí. A medida que crecemos y aprendemos cosas, la información se trasmite de una neurona a otra una y otra vez, creando conexiones o vías nerviosas en el cerebro. Por eso el hecho de conducir requería toda su concentración cuando se sacó el carné de conducir, pero ahora lo tiene automatizado: la conexión ya está establecida.
En los niños pequeños el cerebro es sumamente adaptable y flexible; de hecho, cuando una parte del cerebro de un niño se lesiona, a menudo otra parte pasa a desempeñar, por mecanismos compensatorios, parte de las funciones perdidas. Pero, a medida que nos hacemos mayores, al cerebro cada vez le cuesta más establecer nuevas conexiones o redes neuronales, lo que determina que nos resulte más difícil aprender tareas nuevas o cambiar pautas de conducta establecidas. Por eso muchos científicos consideran que es importante seguir planteándole retos a nuestro cerebro, proponiéndonos nuevos aprendizajes y estableciendo nuevas conexiones, pues es la mejor forma de mantener activo al cerebro durante todo el ciclo vital.
La memoria es otra función compleja del cerebro. Las cosas que hemos hecho, aprendido y visto se procesan primero en la corteza y luego, si esa información es lo suficientemente importante para recordarla permanentemente, se envía a otras partes del cerebro (como el hipocampo y la amígdala) para retenerla en la memoria a largo plazo. Conforme estos mensajes viajan por el cerebro, también crean conexiones y redes neuronales que actúan como base de la memoria. Movimiento. Distintas partes del telencéfalo se encargan de mover distintas partes de cuerpo. El hemisferio cerebral izquierdo controla los movimientos del lado derecho del cuerpo, y viceversa. Cuando usted aprieta el acelerador de su coche con el pie derecho, por ejemplo, es el hemisferio cerebral izquierdo el que está enviando el mensaje que le permite hacerlo. Funciones corporales básicas Una parte del sistema nervioso periférico, denominada sistema nervioso autónomo, es la que se encarga de controlar muchos de los procesos corporales en los que casi nunca necesitamos pensar, como la respiración, la digestión, la transpiración y el escalofrió. El sistema nervioso autónomo está compuesto por dos subsistemas: el sistema nervioso simpático y el parasimpático.
Anatomía del sistema nervioso
El sistema nervioso es una red que envía mensajes en ambos sentidos entre el cerebro y las distintas partes del cuerpo. Lo hace a través de la médula espinal, la cual, partiendo del cerebro, desciende por la espalda y contiene nervios en su interior, una especie de filamentos que se ramifican hacia todos los órganos y partes del cuerpo. El cerebro anterior El cerebro anterior es la parte más voluminosa y compleja del cerebro humano. Está formado por el telencéfalo -el área con todos los pliegues y surcos que se reproduce típicamente en las ilustraciones sobre el cerebro- así como por otras estructuras subyacentes. El telencéfalo contiene la información que, esencialmente, nos convierte en lo que somos: la inteligencia, la memoria, la personalidad, la emoción, el habla y la capacidad de sentir y movernos. Áreas específicas del telencéfalo se encargan de procesar diferentes tipos de información. Se denominan lóbulos, y el cerebro consta de cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital. El telencéfalo se divide en dos mitades, denominadas hemisferio derecho y hemisferio izquierdo, que están conectadas por la parte central mediante un haz de fibras nerviosas (el cuerpo calloso) que les permite intercambiar información.  El hemisferio izquierdo se considera la mitad lógica, analítica y objetiva.  El hemisferio derecho se considera más intuitivo, creativo y subjetivo. La capa más externa del telencéfalo se denomina córtex o corteza cerebral (también conocida como "materia gris"). La información recogida por los cinco sentidos llega a la corteza cerebral a través de la médula espinal. El cerebro medio El cerebro medio o mesencéfalo, está situado debajo de la parte central del cerebro anterior. Actúa como un maestro de ceremonias, coordinando todos los mensajes que llegan al cerebro procedente de la médula espinal y los que salen de él. El cerebro posterior El cerebro posterior se encuentra debajo de la parte posterior del telencéfalo, y abarca el cerebelo, el puente y el bulbo raquídeo. El cerebelo -también denominado el "pequeño cerebro" porque parece una versión a pequeña escala del cerebro- se encarga del equilibrio, el movimiento y la coordinación.
¿Cuáles son las partes principales del cerebro?
El cerebro se encuentra dividido en: Tallo cerebral, cerebelo y el cerebro propiamente dicho.  Tallo encefálico: el cual se encuentra en la base del cerebro. Controla funciones vitales como el ritmo cardíaco, digestión, respiración, presión arterial. Además comunica o conecta el cerebro con el resto del cuerpo por medio de la médula espinal. El tallo encefálico se divide en: bulbo raquídeo, protuberancia y mesencéfalo.  Cerebelo: el cerebelo se encarga de mantener el equilibrio, la postura y está implicado en el movimiento de todo el cuerpo. Se encarga de que los movimientos sean realizados de manera coordinada y precisa.  Cerebro: El cerebro está relacionado con los sentidos, las emociones, los recuerdos, las reacciones. En pocas palabras es el jefe de nuestro cuerpo, se encarga de recibir señales y devolverlas en forma de respuesta. Es importante mencionar otras estructuras importantes del cerebro como:  Sistema límbico: Es el encargado de procesar las emociones. Dentro de este sistema se encuentra una estructura llamada “amígdala”, la cual controla, procesa y almacena nuestras reacciones emocionales.  La corteza cerebral: es una capa delgada y plegada. Se divide en primer lugar en dos hemisferios cerebrales, el hemisferio izquierdo y el derecho, los cuales a su vez se dividen en 4 lóbulos. Lóbulos Cada hemisferio se vuelve a dividir en 4 lóbulos. Se denominan lóbulos frontales, parietales, temporales y occipitales. En los lóbulos frontales se procesa el pensamiento consciente, allí se resuelven los problemas.  Lóbulos parietales: encargados de la percepción de estímulos relacionados al tacto, presión, temperatura, dolor.  Lóbulos temporales: percepción y reconocimiento de estímulos auditivos y relacionados a la memoria.  Lóbulos occipitales: relacionados con los estímulos visuales.